RedI en la prensa

Violación de la Autonomía Universitaria y Violencia Social

En relación a los hechos acontecidos en la UMCE el pasado viernes 24 de noviembre, como Red de Investigadoras compuesta por mujeres diversas en todos los aspectos, y que trabajamos en también diversas áreas de las CTCI queremos señalar que la violencia no es la solución a los conflictos sociales, y que pensamos que reflexionar sobre la importancia de construir sociedades basadas en el diálogo y el respeto mutuo puede contribuir a un cambio profundo en la forma de relacionarnos, resolver nuestros problemas de fondo, y por lo tanto vivir en una sociedad más sana. En este contexto, sabemos que la autonomía universitaria, es crucial para el desarrollo intelectual, la diversidad de pensamiento, y para la búsqueda de soluciones constructivas e innovadoras.

Nos preguntamos entonces ¿Qué ocurre cuando en los espacios universitarios se envía el mensaje de que los problemas se resuelven de forma violenta? ¿Qué ocurre cuándo es la sociedad, el estado, quien envía el mensaje de que la violencia es el camino para la solución de las diferencias o los conflictos?

La violación de la autonomía universitaria como ocurrió en la UMCE, envía un mensaje preocupante a la sociedad chilena. Indica un desprecio por la libre expresión y la diversidad de pensamiento, elementos fundamentales para el progreso social. Además, transmite la idea de que el diálogo y la resolución pacífica de conflictos son menos valorados o eficientes que el uso de la fuerza.

Este tipo de acciones generara y fomenta la desconfianza en las instituciones, tanto educativas como gubernamentales, y sigue erosionando la credibilidad en el sistema democrático nacional. Por otra parte, la percepción de que la violencia es utilizada para controlar las diferencias, desmotiva la participación activa de las personas en la sociedad y contribuye a generar un ambiente de miedo, desconfianza y frustración en las relaciones sociales, que solo empeora la búsqueda de soluciones efectivas y pacíficas.

La violación de la autonomía universitaria no sólo es un hecho puntual de acción represiva, sino que se transforma en una señal negativa para la sociedad en su conjunto. En lugar de que las Universidades sean un espacio para fomentar un entorno propicio para el intercambio de ideas y el desarrollo intelectual, la violencia contra la autonomía universitaria crea un ambiente tenso, de antagonismo, y la tentación a tener que fortalecer internamente los ambientes restrictivos. Todo lo cual termina en un impacto negativo en el desarrollo académico.

La intervención externa de forma violenta en cualquier universidad, afectar negativamente la calidad de la educación, disminuyendo el valor de las instituciones educativas y perjudicando el desarrollo académico de la comunidad universitaria.

Parece fundamental entonces, subrayar la importancia de proteger y valorar la autonomía universitaria, como un pilar esencial de la democracia y de la salud y vitalidad de una sociedad tolerante y pacífica. Conminamos a las instituciones involucradas en este hecho a busca alternativas para que no vuelva a suceder una violación a la autonomía universitaria en ninguna circunstancia, menos estando una rectora presente.  

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