Comunicado ante el fallo del Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas por delito de violación en territorio antártico
Como Redes de la Comunidad Cientifica expresamos nuestra profunda preocupación y rechazo frente al reciente fallo del Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas, que condenó a 300 días de presidio efectivo al autor de una violación ocurrida durante una expedición científica en territorio antártico en 2019.
Si bien el tribunal estableció la existencia del delito y la responsabilidad del acusado, la aplicación de la figura de media prescripción, basada en el tiempo transcurrido entre los hechos y la formalización de la investigación, terminó reduciendo drásticamente la pena, otorgando un mensaje de impunidad que revictimiza a la afectada y debilita la confianza en las instituciones que deben garantizar justicia y seguridad.
Como comunidad científica, consideramos este fallo un precedente extremadamente grave. La Antártica es un espacio de cooperación internacional donde la ciencia chilena tiene un rol protagónico, y donde la presencia de investigadoras e investigadores debe estar resguardada por condiciones seguras, libres de violencia y discriminación.
Una condena mínima en un caso de esta magnitud socava la credibilidad de Chile ante la comunidad científica internacional, pone en riesgo la participación de mujeres en futuras expediciones y refuerza las barreras estructurales que enfrentamos las investigadoras para desarrollar nuestra labor en igualdad de condiciones.
Estos hechos se inscriben en una justicia profundamente patriarcal, que no protege a las mujeres ni incorpora enfoque de género en sus decisiones. El fallo que reduce la condena por una violación en territorio antártico se suma a una larga cadena de resoluciones que transmiten impunidad. Hace tan solo unos días supimos que Mauricio Ortega, agresor de Nabila Riffo, obtuvo libertad condicional tras cumplir apenas nueve años de reclusión. ¿Cómo confiar en un sistema que relativiza la violencia sexual y libera anticipadamente a quienes han cometido crímenes de extrema gravedad? ¿Y cómo pueden las investigadoras confiar en que su seguridad será resguardada en contextos de aislamiento y vulnerabilidad, si la propia justicia minimiza la violencia sexual ocurrida en una expedición científica?
Como integrantes de organizaciones científicas reafirmamos nuestro compromiso con la erradicación de toda forma de violencia de género en general, y en específico en la academia y la investigación. Exigimos al Estado de Chile, y en particular al Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y al Instituto Antártico Chileno, garantizar condiciones seguras para quienes participan en expediciones y proyectos científicos. Se requiere un enfoque basado en evidencia para protocolos efectivos de prevención, denuncia y sanción de la violencia sexual, con enfoque de género y perspectiva de derechos humanos, especialmente en entornos aislados y de alta vulnerabilidad como las bases y expediciones antárticas. No se trata solo de procedimientos administrativos: es una obligación ética y política de resguardar la vida y la dignidad de las investigadoras frente a un sistema judicial que ha mostrado límites estructurales para protegerlas.
Asimismo, exigimos a los poderes del Estado revisar de manera urgente las normas de prescripción en delitos sexuales y llevar a cabo una revisión profunda de los procedimientos que permiten que, ante hechos de extrema gravedad, prevalezca la impunidad. Estas prácticas revictimizan a quienes han sobrevivido a la violencia, niegan la posibilidad de reparación y consolidan una justicia patriarcal que no protege a las mujeres. El compromiso con la justicia y la no repetición exige que el Estado se haga cargo de manera responsable y decidida, garantizando que el paso del tiempo nunca más sea una herramienta a favor de los agresores.
La seguridad y la dignidad de las investigadoras son condición esencial para una ciencia verdaderamente ética, equitativa y transformadora. Se requiere un sistema judicial con enfoque de género que confronte y derribe las estructuras de una justicia patriarcal que ha garantizado impunidad a los agresores. La democracia y la justicia real para las mujeres dependen de poner fin a este orden que perpetúa la violencia.
La ciencia no puede avanzar sobre el silencio ni sobre la impunidad.
Red de Investigadoras de Chile
Red de Historiadoras Feministas
Ciencia Presente en la Sociedad CIPRES
Directiva de la Asociación Nacional de Investigadoras/es en Postgrado (ANIP)
