Estudiantes de salud ocupan frontis del campus Rancagua de la UOH
Durante la jornada de hoy, las y los estudiantes de la UOH, se tomaron el frontis de la Universidad en apoyo a las académicas marginadas y por la intransingencia de rectoría por la nula voluntad de revertir la decisión arbitraria de no renovación de contrato de las que fueron víctimas.
ESTUDIANTES DE SALUD OCUPAN FRONTIS DEL CAMPUS RANCAGUA DE LA UOH
Durante esta mañana en la Universidad de O’Higgins, las y los estudiantes de la Escuela de Salud hicieron ocupación del frontis de la campus Rancagua, para denunciar la desvinculación arbitraria, realizada el pasado viernes 7 de diciembre, a las académicas Karina Bravo y Vania Figueroa, de la Escuela de Salud.
La Universidad justifica la no renovación de contrato a propósito de una evaluación que arroja una baja productividad científica de ambas, la cual de acuerdo a los denunciado por las y los estudiantes de la Escuela de Salud de la UOH, utiliza criterios desconocidos, ausencia de evaluaciones parciales y la inexistencia de espacios para apelar a esta determinación.
Ante ello, la representante estudiantil de la carrera de Terapia Ocupacional, Catalina Barrientos, declara que “la productividad científica se instala para esconder una decisión arbitraria, discriminatoria e injusta, atentando directamente contra los intereses superiores de la universidad, los cuales los entendemos en el marco de la instalación de una universidad pública de calidad para la sexta región, que busque construir una comunidad universitaria feminista, sin lógicas patriarcales en su toma de decisiones y formas de relacionarse”.
Cabe destacar que desde la formalización de la no renovación de contrato para las académicas, se ha configurado el primer escenario de crisis al interior de este nuevo plantel educativo. Numerosas han sido las expresiones de malestar y denuncia, a través de la prensa y redes sociales, sobre esta decisión, no solo al interior del estamento estudiantil, sino que también ha hecho eco en funcionarias/os académicas/os y no académicas/os. Ambos estamentos han sostenido reuniones con las máximas autoridades, teniendo resultados negativos, propiciando que el conflicto se extienda hasta el día de hoy sin ánimo de resolución.
Al respecto, la representante estudiantil, Paulina Valenzuela, manifiesta que “las autoridades de la universidad se han mostrado intransigentes, validando un proceso de evaluación viciado en su origen, pues las y los primeros en medir el desempeño de las académicas, fueron las mismas autoridades que meses se vieron involucradas en una demanda por acoso laboral puesta por las investigadoras”.
En palabras de la representante de la carrera de Enfermería, Vivian Araya “la importancia de realizar esta manifestación, es para que las autoridades se den cuenta que la comunidad universitaria se construye por todos sus estamentos, y que no pueden pretender tomar decisiones arbitrarias sin que estas tengan consecuencias, como la organización y movilización de las y los estudiantes”.
Las demandas específicas son la reincorporación inmediata de las académicas Vania Figueroa y Karina Bravo a través de la renovación de su contrata. En segundo lugar, la implementación de un método pertinente y adecuado de evaluación a las académicas a cargo de una comisión externa a la Universidad de O’Higgins que garantice la transparencia y validez del proceso. Y, por último, procesos de evaluación con criterios conocidos, metas objetivas, evaluaciones parciales e instancias de apelación.